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Patineta adaptada: La balada de Jon Comer.
Si estás leyendo esto en la pantalla de alguno de tus dispositivos electrónicos, quiere decir que te interesa el deporte de la patineta y seguramente sabes que ahora es un deporte olímpico que otorga medallas en la competencia oficial más importante reconocida a nivel internacional; personalmente creo que hay cosas más interesantes en la patineta, pero puedo entender porqué se le presta tanta atención. Lo que probablemente no sabes es que paralelamente a la competencia oficial existe una iniciativa para que la gente con capacidades diversas pueda practicar el deporte de la patineta como competencia en un ambiente seguro y diseñado para sus capacidades: su nombre es patineta adaptada o adaptive skateboarding. Y la persona quien lo inició todo fue un patinador de Dallas, Texas llamado Jon Comer.
La patineta adaptada es un movimiento mundial con la idea de que la patineta es para todos: eso incluye a la gente con capacidades diversas y necesidades diferentes, lo único que se necesita es un par de ajustes y muchas ganas de patinar. Exactamente de la manera en la que Jon se lo mostró al mundo.
Jon Comer era un niño completamente normal y promedio hasta la edad de 5 años cuando un adolescente de 14 años en un coche robado lo arrolló, causando una lesión que provocaría la amputación de su pierna derecha a partir de la rodilla. Es el hermano mayor de Jon quien lo impulsa a patinar y los doctores encargados de la salud de Jon quienes diseñan sus prótesis especiales -más duraderas y flexibles de lo normal- para que Jon pueda patinar sin tener que preocuparse por el pequeño inconveniente de no tener una pierna: el resto es solo cuestión de la voluntad y el deseo de Jon de seguir patinando y aprendiendo.
Se le considera a Jon el primer patinador adaptado del mundo, pionero y un ejemplo a seguir para patinadores de todo el mundo; para quienes lo vimos revistas en los años 90 ́s y en los videos de Powell skateboards (particularmente su parte en el video “Magic”), Jon era un patinador con habilidad en skateparks, mini rampa, vertical y por supuesto, en la calle; nada indicaba en sus fotos o videos que le hacía falta una pierna y que para patinar usaba una prótesis sintética: si alguna vez haz hecho un ollie o un flip en una patineta, habrás notado que la rotación y el movimiento del tobillo es importante para hacer estos trucos; en el caso de Jon , quien no contaba con esta función del pie -sencillamente porque no tenía pie- nunca lo detuvo para seguir progresando y aprendiendo trucos nuevos, demostrando una y otra vez que las limitaciones solo existen en la mente y que la patineta es para todos. Recuerdo haber leído alguna entrevista suya en la extinta revista de patinetas Big Brother donde mencionaba que, en ocasiones, cuando patinaba cosas grandes, la prótesis llegaba a quebrarse por el desgaste natural de los impactos y decía que era “muy parecido a romper un par de trucks nuevos” y, por lo tanto, cuando salía de gira a concursar o dar demostraciones, tenía que llevar prótesis de repuesto para seguir patinando en las demos y concursos; también tenía la costumbre de pegar stickers en ellas y llamarlos sus “tatuajes”; estoy bastante seguro de que fue el primer patinador profesional en ser patrocinado por una compañía fabricante de prótesis sintéticas.
En los X-games de verano del año 2019, un homenaje estaba siendo planeado en su nombre, junto con la inclusión de la patineta adaptada en la iniciativa oficial para participar en los juegos paraolímpicos como deporte de exhibición; las cosas no lucían bien cuando tuvo que rechazar la invitación debido a problemas de salud. Jon Comer fallece ese mismo año, unos meses después de su homenaje; dejando detrás una esposa, un hijo y un legado enorme de voluntad además de un genuino amor por la patineta; una verdadera inspiración para todos, una gran persona y la definición de la palabra “profesional”. En el documental de Youtube “Never been done: The Jon Comer Story” del año 2004, existen testimonios de profesionales de la patineta como Tony Hawk, Steve Caballero y Mike Vallely, entre otros, hablando acerca de la manera de patinar de Jon y de su actitud de vida: nada lo detenía y siempre seguía hacia adelante.
Su influencia y legado siguen persistiendo en estos días a través de su ejemplo: patinadores como Dan Mancina (quien ha ido perdiendo gradualmente la vista debido a una enfermedad genética degenerativa) han llevado la patineta adaptada hacia los skateparks donde, con ayuda de bastones para débiles visuales y bocinas en las rampas y cajones, han logrado acercar la patineta a los niños con capacidades visuales distintas, a través de su fundación “Keep pushing”; Oscar Loreto Jr. (quien nació sin manos y sin una pierna) patina con prótesis modernas influenciadas por el modelo que usaba Jon y quien está al frente de la iniciativa para que en 2028 la patineta haga su debut oficial en competencias como deporte paraolímpico; Brasil y Argentina tienen programas de patineta adaptada, donde el gobierno junto con escuelas de diseño e ingeniería, modifican rampas y tablas, construyen estructuras y alteran los obstáculos para que cualquier niño pueda subirse a una patineta en un ambiente controlado, seguro y diseñado con sus necesidades específicas en mente; probando que la patineta no conoce límites y que es para absolutamente todos. Con la influencia de Jon escrita por todas partes.
Puede que Jon ya no esté con nosotros, pero estoy seguro de que desde algún lugar observa el efecto dominó que ha creado con su amor a la patineta y su dedicación por ella. También estoy seguro de que debe sentirse orgulloso de la cantidad de personas en todo el mundo, quienes han tomado una patineta por pura diversión sin que nada los detenga; a pesar de las “limitaciones” que otras personas les dijeron que tenían.
Foto: Transworld Skateboarding.
https://www.skateboarding.com/news/jon-comer-r-i-p-1976-2019